Anoche cenamos el resto del Wahoo que Emilio hizo al horno. Como siempre ha estado exquisito. Digo el resto pues se me olvidó decir que ayer nos zampamos la mitad a la plancha y todos opinamos que es uno de los mejores pescados que nunca hemos comido.

Esta mañana hemos navegado durante aproximadamente una hora a motor hasta llegar a la Isla de Contadora. Esta isla, mayor que la anterior, está habitada y cuenta con unas 125 casas y dos hoteles. A mí, particularmente, me gusta mucho. Se parece a las islas de la Polinesia, donde su sabor salvaje no está exento de unas mínimas comodidades. Tiene luz eléctrica, una pequeña carretera que la cruza y un aeropuerto para avionetas que la comunica con Panamá.
El hotel Romántico que hay pegado a la arena de la playa es una pasada. La gente amable y servicial, las vistas desde el restaurante magníficas y unas habitaciones de lo más acogedor. Me parece un sitio ideal para unas tranquilas vacaciones.
Por la noche ha llegado nuestro amigo Ruí y ha fondeado su barco juntos al nuestro. Después, junto a Bob, ha subido al Kalliope y hemos hecho una amena cena seguida de una larga sobremesa en la popa tomándonos unos cubatas.

Ahora estamos en la cafetería del hotel Romántico y vamos a zarpar los dos barcos hacia la isla de Mogomogo donde espero poder bucear un poco y donde nos quedaremos fondeados hasta mañana.
Hasta entonces.

Esta mañana hemos navegado durante aproximadamente una hora a motor hasta llegar a la Isla de Contadora. Esta isla, mayor que la anterior, está habitada y cuenta con unas 125 casas y dos hoteles. A mí, particularmente, me gusta mucho. Se parece a las islas de la Polinesia, donde su sabor salvaje no está exento de unas mínimas comodidades. Tiene luz eléctrica, una pequeña carretera que la cruza y un aeropuerto para avionetas que la comunica con Panamá.
El hotel Romántico que hay pegado a la arena de la playa es una pasada. La gente amable y servicial, las vistas desde el restaurante magníficas y unas habitaciones de lo más acogedor. Me parece un sitio ideal para unas tranquilas vacaciones.
Por la noche ha llegado nuestro amigo Ruí y ha fondeado su barco juntos al nuestro. Después, junto a Bob, ha subido al Kalliope y hemos hecho una amena cena seguida de una larga sobremesa en la popa tomándonos unos cubatas.

Ahora estamos en la cafetería del hotel Romántico y vamos a zarpar los dos barcos hacia la isla de Mogomogo donde espero poder bucear un poco y donde nos quedaremos fondeados hasta mañana.
Hasta entonces.
Nunca imaginarias Paco que despues de tantas millas al final terminarias en la Pacheca....un abrazo y no puedo dejar de envidiarte cada momento..buena mar
ResponderEliminarA.P.