03-09-09 YA LLEGAMOS
La guardia de la una me encuentra dormido en la bañera, y a sido Pepe el que ha tenido que despertarme. En el cielo algo cubierto brilla una luna llena que ilumina el mar casi como si fuera de día. La temperatura es suave aúnque la cercanía del agua hace que tengamos que ponernos un chaquetón. Como navegamos sin incidencias, con buen viento y la mar sin grandes olas, tengo que hacer grandes esfuerzos para no caer dormido. Esta situación cambia alrededor de las dos cuando diviso los destellos lejanos de un faro y al poco tiempo unas luces, que pienso tienen que proceder de Tenerife. La proximidad de la isla que se acerca cada vez mas, y el saber que la meta ya esta casi alcanzada, hace que me despabile y se me haga la guardia muy corta sentado detrás del timón, con Antonio y Manolo que ha salido de su camarote, dormidos en los bancos de cubierta.
A las cuatro aparece Emilio, dando sus habituales retoque a las velas, y yo relevo a Manolo en el banco. Al cabo en un rato vemos unas nubes negras que amenazan lluvia y algo de mas viento. Sobre las cinco y media empieza a llover suavemente, y como no se me apetece ponerme el traje de agua, bajo al salón y me acuesto en el sofá de estribor donde me quedo dormido. No habría pasado mucho cuado soy despertado bruscamente por los cacharros de cocina cayendo con estrépito, debido a los bandazos que está dando el barco. Las voces en cubierta, el ruido del mar y las bruscas orzadas del barco me indican que la cosa esta dura. Pero estoy tan bien instalado en mi sofá que sigo allí dormitando hasta que se hace bien de día. Al salir a cubierta allá las ocho y media, puedo comprobar el estado del mar nada amical, con olas bien grandes y viento de mas de 30 nudos. Los que están en la bañera me indican que lo pasado ha sido peor.
ESCORA
Seguimos navegando con viento fuerte que nos obliga a coger dos rizos que mantenemos hasta estar a unas cuatro millas de La Gomera, donde bruscamente el mar se calma, bajando el viento a unos plácidos 12-14 nudos y pocas olas. Así es que quitamos los rizos disponiéndonos a desayunar. De eso nada dice el océano, saltando de un golpe a gran oleaje y viento de 40 nudos que nos obliga a guardar los alimento y coger urgentemente de nuevo esto dos rizos que no hacía ni quince minutos que habíamos quitado. Menos mal que Emilio ayudado principalmente por Pepe Bo hace esta maniobra con gran maestría haciendo que parezca fácil.
La “leña” sigue hasta que estamos tan cerca de La Gomera, que la isla nos sirve de protección, parando el viento y deteniendo las olas. En esta encalmada aparecen dos Zodiac con miembros de la organización que nos indican donde esta la línea de meta. Un comisario sube a bordo a comprobar el precinto del motor. Curiosamente, a pesar de haber navegado un buen rato con el motor, el precinto estaba intacto. No obstante Emilio les hizo saber que habíamos utilizado el motor y por lo tanto debíamos ser descalificados.
Nada mas se que tenemos cobertura, me lanzo sobre mi teléfono para comunicar con Marilu y decirle que ya estábamos llegando, saber del estado de todos, y sobre todo hablar don mi Carlitos del que tanto me he estado acordando. Hablo con Marilu, pero mala suerte, en casa de mi hijo se duerme y me dicen que ya me llamarán mas tarde.
Al llegar a puerto, el atraque que nos ofrecen después de anunciar nuestra llegada con el lanzamiento de dos petardos, no es muy ancho y el viento sopla con fuerza. A pesar de ello, Emilio demostrando su maestría, atraca perfectamente a la primera.
Nada mas el barco estuvo amarrado, atacamos este desayuno que nos estaba esperando desde hace mas de una hora y, lo devoramos sentados en la popa, por primera vez con el barco exento de movimiento.
En cuanto la mesa está recogida, y mientras los demás limpian la cubierta, me precipito al cuarto de baño, y me doy la a mi cuerpo la ducha que le debía desde hace ya tres días. Bien lavado y afeitado, me voy junto a los demás al local del comité de regatas, donde nos ofrecen un sencillo pero muy agradable almuerzo regado con abundante cerveza y vino de la isla, que nos pone a todos el cuerpo en caja.
Emilio y Pepe Bo llegaron mas tarde ya que se quedaron en el barco sacando los dos sables de la parte mas alta de la vela, que se habían roto con el temporal.
Durante la comida suena el teléfono, viendo con satisfacción que es Mariajo y por consiguiente Carlitos. Me da una inmensa alegría saber de ellos y de mi nuevo nieto que parece ser es un “muñeco”. (estoy deseando tenerlo en mis brazos, pero con tiento, que no quiero que mi gordo tenga dudas sobre de momento cual es mi preferido).
Mariajo me pone a Carlitos al teléfono y se me hincha el corazón. No se bien que decirle pero al fin hablo con el y le cuento y pregunto cosas. Al cabo de un buen rato, cuelgo el teléfono sin saber exactamente que lo que nos hemos dicho. Tengo tantas ganas de estar con el y creo que el también conmigo. Tengo que solucionar mi problema de Internet para vernos a través del ordenado. Esta tarde voy a ver que es lo que puedo hacer. Bueno, ya solo falta una semana para poder estar juntos. No se como vamos a poder conformarnos cuando me vaya a dar la vuelta al mundo.
Bueno este Blog es para contar cosas sobre la vuelta al mundo y si me meto en el terreno de los asuntos de mi nieto, soy capaz de escribir 100 novelas y aburrir hasta a las vacas.Esta noche tenemos una cena de gala en el parador para todas las tripulaciones y voy a ver si puedo dormir un poco ya que estoy reventado. Mañana tengo que solucionar lo de Internet y que alguien me ayude a transportar estos artículos que he escrito en Word al Blog así como insertarle las fotos. Mis escasos conocimientos informáticos me impiden hacerlo yo solo. Además, se me han extraviado dentro del ordenador un paquete de fotos y vídeos que no soy capaz de recuperar. (espero que no las haya borrado sin querer).