domingo, 17 de enero de 2010

PORTOBELO (17-01)


ENTRADA A PORTOBELO


INDIOS CONGO MUY SIMPATICOS



FORTÍN A LA ENTRADA de PORTOBELO


INTERIOR de la FORTIFICACIÓN


ALEGRES Y DESENFADADAS NATIVAS


PACO, JOSE Ma, EMILIO y YO en el RESTAURANTE



TIPICA CASA CARIBEÑA (Nueva)

La cena con nuestros amigos portugueses en el Kalliope ha sido estupenda. Las langostas que trajo Rui estaban deliciosas cocinadas en nuestra barbacoa, y el bonito al horno al estilo Emilio exquisito.
Todo regado con abundante vino, cerveza y un licor que trajeron de Portugal. Tanta bebida hizo que en la sobremesa nos quedáramos casi todos dormidos, quedando sólo Emilio como anfitrión válido.
Esta mañana Emilio me ha despertado en la cubierta a las seis y media cuando estaba profundamente dormido, ya que nuestro amigo José María tenía prisa por estar en Portobelo, donde tenía intención de coger un taxi que lo llevara al aeropuerto de Panamá.
Antes de las ocho ya estábamos navegando con buen viento y a una velocidad de unos nueve nudos. Desgraciadamente esto no duró mucho y las tres últimas horas de la travesía las tuvimos que hacer a motor.
Así y todo, a las dos ya estábamos en destino.
La bahía de Portobelo es amplia y con buena profundidad, así que el fondeo no requirió ninguna especial atención.
Atracamos con el bote en un pequeño embarcadero que hay en la entrada del pueblo junto a un colorido chiringuito. Inmediatamente José María negoció un taxi y, una vez resuelto este problema, nos dispusimos a comer en este chiringo que aparentaba bien. No nos equivocamos, ya que comimos estupendamente, y después tomamos unas copas en la terraza junto a la dueña y su hija, que por cierto son guapísimas.
Después de comer llevé a José María al barco para recoger sus cosas y Emilio se quedó echando una siesta. Una vez nuestro amigo se hubo marchado en su taxi, Paco y yo nos fuimos a recorrer el pueblo y sus fortificaciones de la época Colonial. El paseo fue muy gratificante e instructivo, no sólo por la mal conservada arquitectura del pasado que pudimos admirar y fotografiar, sino además por la gente que parece estar divirtiéndose todo el rato. Se acercan a ti y te piden que les hagas fotos. Las chicas te acosan con aire provocador y desvergonzado, prestándose a posar para ti como y cuanto quieras. En fin, es Caribe puro.
Esta noche me hubiera gustado volver para cenar en el chiringuito junto a nuestras amigas que nos han retado a una partida de dominó, pero parece ser que no es muy seguro dejar el barco solo fondeado. Así es que Emilio ha decidido que nos quedemos en el Kalliope, donde dentro de un rato vamos a cenar. Bueno, antes de cenar nos daremos un baño en estas limpias aguas que están a unos 28 grados.
Mañana toca ir a Colón donde dejaremos el Kalliope amarrado en el puerto deportivo durante unos días, esperando la salida para cruzar el canal de Panamá. Allí espero tener cobertura Internet y poder enviaros noticias.
Las excursiones por la zona las haremos en taxi pues es mas seguro dejar el barco en este puerto vigilado.
Espero poder tener tiempo para contar mas cosa y subir fotos.
Hasta entonces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario