viernes, 22 de enero de 2010


Al fondo el puerto deportivo Shelter Bay


La entrada a la marina Shelter Bay



Muchos barcos espersando turno para cruzar el canal


Mas barcos esperando


Baliza que señaliza la entrada a la zona del canal
PUERTO COLON (17, 18 y 19-01)
La travesía desde Portobelo hasta Puesto Colon es muy corta (apenas unas 12 millas).
Al poco de estar navegando cerca de una orilla con vegetación selvática, empezamos a ver infinidad de barcos que van o vienen desde el canal. Cerca de Puerto Colon hay decenas de barcos fondeados que están esperando turno para cruzar el canal.
El puerto deportivo que se llama Shelter Bay, no es muy grande y apenas tiene servicios. Hay una oficina, un salón con supuesta conexión Internet, un bar “restaurante” y una piscina. Digo supuesta conexión Internet porque hay cables pero no funcionan. Hay Wifi, pero con cobertura escasa y no puedo subir nada a mi blog.
Ayer por la noche conseguí enviar unos e-mail a Elsa para que me subiera ella las noticias que tengo escritas en Word. Así al menos sabréis de nosotros y las fotos las colgaré mas tarde cuando tenga buena conexión.
Ya van a hacer tres días que estamos aquí y no tengo mucho que contar aparte de ayer que si hubo movimiento.
Por la mañana, Paco y yo nos fuimos en un microbús que sale desde el puerto todas las mañanas a las ocho y regresa a las once y media. Íbamos con la intención de comprar algo de comida en un centro comercial llamado Rey, que tiene aspecto Europeo y donde hay casi de todo. Pero además de eso teníamos que encontrar una ferretería y conseguir una remachadora y unos tornillos de acero inoxidable para reparar la cogida de la contra que se ha vuelto a romper.
El autobús que hizo una primera parada en el centro comercial, nos depositó a instancias nuestras en un sitio cerca del centro donde deberíamos encontrar la ferretería.
Nada mas bajarnos del microbús, vimos que el aspecto de la esta parte dela ciudad no era muy tranquilizador, con negros echados por las aceras, grupos de jovencitos con ropas extrañas, locales comerciales abandonados, en fin unas “tres mil” a la caribeña.
Cuando íbamos avanzando por el centro de la calle para evitar las aceras y soportales, unos chicos desde un coche de aspecto oficial nos llamaron et invitaron a subir con ellos. Por lo visto estábamos en una zona muy peligrosa y no convenía que camináramos ni un minuto mas por estos parajes. Eran oficiales de prisiones que prestan servicios de vigilancia. Fueron muy amables y nos acompañaron a dos ferreterías donde conseguimos lo que necesitábamos y después nos depositaron en el centro comercial Rey, donde tomamos un café juntos.
Al regresar al barco, nos dimos cuenta del peligro en el que habíamos estado y de lo afortunado que fuimos al encontrarnos con estos chicos.
El almuerzo lo hicimos en el barco rápidamente con ensalada recién comprada y un pollo asado que trajimos del centro ya que a las tres, teníamos excursión a las esclusas.
El viaje hasta la zona de paso de los barcos, lo hemos hecho en un taxi donde nos metimos ocho persona, cuando su capacidad es solo de seis. Menos mal que el trayecto es corto.
Sobre las esclusas, poco que hablar, las fotos lo enseñarán. Los que como yo, hemos visto esclusas anteriormente, no hemos estado demasiado impresionados. Son como todas, pero un poco mas grandes. Lo diferente es que continuamente están cruzando barcos y que estos son mucho mas grandes que los que estamos acostumbrados a ver.
Lo mas impresionante es el ingreso que esto supone para el país ya que, según nos informa un guía, cada uno de estos grandes barcos paga mas de 3.000 $ por cruzar el canal, y esto lo hacen mas de cuarenta barcos diarios.
Después de la excursión es cuando cansado de pelearme con Internet, he decidido enviar las noticias a Elsa (lo que he conseguido al cabo de diez o doce intentos) y que sea ella la que las cuelgue en el blog. Espero que mas adelante tenga buenas comunicaciones y poder subir las fotos.

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