OTRA VEZ EN SANTA LUCÍA

Anoche llegamos de nuevo a Santa Lucía, donde estaremos hasta el día seis, que es cuando salimos hacia Panama para así iniciar nuestra famosa vuelta al mundo.

El viaje desde Sevilla ha sido algo pesado, pues salimos el 31 a las diez de la mañana, y no llegamos hasta ayer día uno a las nueve. Todo esto haciendo la cena de fin de año en un hotelito cerca del aeropuerto de Londres. Menos mal que el 30 en casa de Emilio, nos pegamos una comilona con todos los hijos, consortes y nietos. No faltó de nada ; mariscos, jamón, caviar y unos exquisitos canelones. En los postres, además de un monton de golosinas cocinadas por mi cuñada, nos zampamos los deliciosos mazapanes que nuestro amigo José Luís de Toledo nos había mandado el día antes.

Al llegar al puerto donde nos estaba esperando nuestro Kalliope, nos encontramos con el enrollador del génova encima del pantalán y un monton de piezas esparcidas por todo el salón. Tal desorden nos hizo temer lo peor, ya que pensamos que los mecánicos se habían encontrado con serios problemas y al no haber sido capaces de resolverlos, habían abandonado la tarea. Emilio, preocupado por el tema se ha levantado a las séis y cuando yo me he despertado allá a las ocho, ya había llamado a todos los implicados. Menos mal que al final todo se ha resuelto, y el enrollador ya está montado. Ahora solo falta que el Lunes venga el velero y coloque las velas, que según le dijo a Emilio antes de partir desde Sevilla, estaban arregladas.

Ahora estamos los dos delante de nuestros respectivos ordenadores, en el bar de la entrada del puerto. Yo como siempre me tropiezo con dificultades. La de hoy es que no puedo copiar los artículos que tengo ya escritos en Word. Así es que este que ya tenía redactado sesde esta mañana, me lo tengo que currar otra vez. Por lo tanto, como aparte de lo contado, poco mas relevante tengo que decir, hasta la próxima.