lunes, 19 de abril de 2010

CENA en casa de ALFRED














































18-04 Cena en casa de Alfred
Como os conté ayer, al regreso del “Paradis”, teníamos reserva para cenar en casa de Alfred. Nuestros amigos del 1+1 no aparecieron y la mesa se compuso de los del Kalliope y los del Thor , más un Italiano llamado Leopoldo que tiene un catamarán varado en este motu al que le ha caído un rayo, y lo está reparando. Lo primero que hay que decir es que la cena ha sido sorprendentemente buena y bien servida. Alfred preparó una gran mesa con platos, cubiertos, vasos y copas, cosas que no son habituales por estos parajes. Primero nos ofreció un delicioso cóctel a base de leche de coco y ron. Después; gran parrillada de langostas y unos deliciosos peces que su hijo había capturado con su arpón por la tarde. Estos peces que tienen una piel parecida a la del tiburón, y una nariz larga que les confiere un aspecto cómico, son deliciosos. Son aplastados como un lenguado y su carne se parece a este. En la sobremesa estuve conversando con Alfredo que es un aventurero con muchas cosas que contar. Lleva navegando siete años y solo ha dado la mitad de la vuelta al mundo ya que se queda años enteros en ciertos países. Era piloto, y a los 38 años decidió dejarlo para emprender esta aventura. Es un tipo muy ameno y disfruté mucho escuchando sus historias.
Ahora estamos esperando a Emilio para ir a hacer snoorker y de paso dejar una botella de aire a Alfred para que nos la llene. La he agotado sacando y poniendo anclas y el resto haciéndole a Roger unas fotos debajo del barco. Después le he pasado la boquilla auxiliar y hemos dado juntos un pequeño paseo subacuático que le ha encantado. Hemos quedado en repetir la experiencia con una botella llena.
Ahora ya estamos navegando hacia Ranguiroa. Esta mañana hemos hecho un poco de snoorker delante de la casa de Alfred y hemos recogido la botella de aire que le dejamos para llenar. También hemos escrito María José y yo un mensaje de agradecimiento y de recuerdo en el libro de viaje que Toni, el hijo de Alfred nos ha presentado. Antes de zarpar hemos tenido tiempo de tomar una cerveza con Christian que ha llegado con su catamarán 1+1 y ha venido enseguida al Kalliope para saludarnos y decirnos que terminaba su viaje aquí, y que dentro de unos días regresaba a Francia, para volver más tarde, pasado el verano, y seguir su viaje hacia Haway. Me ha dejado su dirección y teléfono de Francia, quedando en que si yo regreso a pasar el verano a España, ir a visitarle junto a Marilú. Me apena separarme ya de este amigo con quien he conectado enseguida, y pienso que él y su mujer también lo han hecho conmigo. Espero poder reencontrarme con ellos algún día.
Mañana llegaremos a Ranguiroa temprano y espero que haya Internet y poder subir todas estas noticias que he estado escribiendo durante nuestra estancia en las bellísimas Islas Tuamotu donde hemos pasado unos estupendos cuatro días.

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