lunes, 19 de abril de 2010

HAPATAKI







HAPATAKI (14-04)(15-04)(16-04)
Ya estamos avistando el canal de entrada que permite entrar dentro de la laguna de Hapataki. Allí tenemos la intención de ir primero cerca de la población principal para ver si hay un supermercado donde comprar cosas. Esta noche estaremos fondeados al lado de nuestro amigo Ruí con su acompañante, y Christian, Marie Pierre y su amigo del 1+1 pueden también llegar hoy. Así es que probablemente, si no hay ningún restaurante en este atolón, tendremos que preparar una cena entre todos.
Para la navegación y el fondeo por estos sitios poco civilizados, contábamos con un “ECOPILOT”, que es un sonar que va barriendo desde la proa del barco y te enseña lo que se presenta por delante hasta una distancia de 200 metros en un ángulo de unos 45º, tanto al frente como en profundidad. Con esto puedes ver rocas o arrecifes con los que podrías colisionar en estas aguas poco profundas salpicadas de corales casi a flor de agua. Después teníamos también un potente molinete eléctrico para izar el ancla. Digo teníamos porque desde Marquesas, estamos sin el uno ni el otro, precisamente ahora que es cuando más los necesitamos. Así es que navegamos despacito con alguien en la proa vigilando, e izamos el ancla a mano. Y esto hasta Papete que es cuando podremos repararlos.
Retomo el texto para deciros que ya hemos fondeado sin problemas y pasado la noche en el interior de este vasto atolón de aguas cristalinas. Por la noche hemos hecho una barbacoa con la carne que compramos en Marquesas, que por cierto ha sido deliciosa y ha hecho la felicidad de Roger. Invitamos a los dos tripulantes de Thor 6, pero solo vino Ruí. (La relación entre ellos va de mal en peor). Nuestros amigos del 1+1 no han llegado. Por la mañana hemos hecho snoorker cerca del arrecife, en una zona donde solo hay entre 1 y 3 metros de agua. He visto muchos peces pero no he hecho fotos. Esto lo reservo para las grandes inmersiones. La inmersión con botellas la he tenido que hacer después, cuando intentamos levantar el ancla de popa, se quedó enredada en un coral. Esta vez la cosa fue sencilla y salió fácilmente.
He podido hablar con Marilú, y mi nietecito Carlos que se había quedado a dormir en mi casa. Esta conversación me ha hinchado el corazón. Me reconforta ver que a pesar del tiempo y la distancia, mi relación con Carlitos no se he enfriado, y seguimos teniendo el uno para el otro una conexión muy especial. Entre otras cosas me ha contado que ha hecho un dibujo donde estamos los dos jugando al golf. Según él : el día en que le di tan fuerte a la bola que te asustaste. Sigue siendo tan cariñoso y tierno como siempre, y lo echo mucho de menos.
Ahora estoy solo en el barco, pues no he tenido interés en bajar al motu con los demás a comprar perlas. Este es un producto que no me inspira confianza y siempre termino con la sensación de haber sido timado.
No sé si mañana saldremos ya para Ranguiroa o nos quedaremos un día más aquí. Ya os informaré.
Bueno; aquí seguimos dentro de la laguna. Esta mañana hemos bajado a tierra para ir a casa de Alfred donde hemos seguido comprando perlas. Digo hemos, porque yo también al final he terminado comprando algo. Después hemos hecho snoorker en un brazo de la laguna en el que las aguas son cristalinas y tan calmas como las de una piscina. Ahora, después de comer en el barco, estamos navegando hacia un motu llamado “Paradis” donde pensamos pasar la noche, y mañana regresar al de Alfred, al que le hemos encargado una cena con langosta. Ya os seguiré contando

No hay comentarios:

Publicar un comentario