miércoles, 9 de diciembre de 2009

DÍA SEPTIMO



















SEPTIMO DÍA (28-11)
Todo sigue igual, el viento bien, y el mar igual. ¿quién lo hubiera pensado antes de salir?.
Como de costumbre, he hecho la guardia durmiendo. El desayuno ; excelente con jamón del bueno, aceite de oliva, pan tierno y tomate. Lo único que desmerece un poco, es el café marca la Aliada, que no es de lo mejor de El Corte Inglés.
A media mañana tengo la agradable sorpresa de recibir una llamada de mi nieto, pero la cosa cambia cuando al decirme las primeras palabras se echa a llorar y no puedo seguir hablando con él. Tuve que marcharme a la proa del barco para que los demás no vieran mis lágrimas. He estado todo el día pensando en ello y me entran dudas sobre si este viaje me va a compensar la pena que le puedo causar a mi Carlitos. En fin, la suerte ya está echada. Espero que con el tiempo y la ayuda de su padre que lo involucre en la aventura, y el la vaya siguiendo como si fuera la suya. Estoy deseando que lleguen las Navidades para verle y poder explicárselo.
Bueno, el día sigue, pescamos otro dorado y llegamos al almuerzo donde Pepe nos deleita con una ensalada de palmitos, seguida de unos sabrosos escalopines en salsa Por la tardo saco mi “Nintendo”. Tanto Javier como Víctor se enganchan a jugar, y se llevan toda la tarde sin salir del salón, no dejando de jugar hasta la horade la cena . .
Sigo sin recibir el e-mail que Marilu me dice que ha mandado.
(¡Ah! Ya me enterado de la diferencia entre milla y nudo. Pues bien ...ninguna. Un nudo y una milla miden lo mismo : uno coma ocho y no se cuantos kilómetros. Lo que pasa es que esta gente de mar, que ya no tienen bastante con medir las cosa en medidas que precisan de calculadora para llevarla a nuestro entendimiento terrenal, para hacerse notar, distinguen el nudo de la milla para expresar la velocidad, en el caso del primero, y la distancia para el segundo. O sea que si se te ocurre decir que vamos a nueve millas por hora, te miran con cara de estupor, y luego cambiándola por una de compasión, te dicen, ¡¿serán nudos?!. Mas grave es si se te ocurre decir que faltan cien nudos para llegar...., entonces se “descojonan” y te dicen ¿qué tontería estás diciendo?, para luego como perdonándote la vida explicártelo con aire cansino).Bueno, pues vale. Aquí estoy para aguantar y aprender.

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