Santa Lucía 15-12
Anoche también tuve que bajar a dormir al camarote debido al fuerte viento. Tuve mas suerte con Emilio que solo roncó durante una media hora. O sea que he dormido bien, y hubiera seguido haciéndolo si Emilio no hubiera tenido planificada una excursión a un sitio donde parece ser que venden esmeraldas de Colombia. Yo no quería ir, pero se necesitaban 6 personas mínimo para que la excursión se realizara y faltaba uno. Así es que a regañadientes he ido.
Bueno, al final solo fuimos Emilio, Pepe y yo. No estuvo muy mal ; nos recogieron en un minibús con A.C. y una guía muy mona.
Primero nos llevaron a una colina junto al aeropuerto donde está el faro de la isla y desde el que se puede ver la bahía. Las vistas son estupendas, y esto solo ha merecido el viaje. Después nos llevan a un cetro comercial muy bien construido, donde están los joyeros junto a otras tiendas. Desgraciadamente, las esmeraldas que buscaba Emilio no las había ya que él quería la piedra sola, allí todo estaba montado en joyas acabadas. Al final compramos unas bebidas para reponer lo consumido en la última fiesta y Pepe, que tiene ganas de agradar a su Anita, se ha estirado y ha comprado un colgante y unos pendientes.
Al regresar, invitamos a nuestra guía a tomar algo en nuestro barco, pero nada mas pudo estar unos minutos, ya que su jefe la llamó por teléfono, reclamando su presencia. O sea, que seguimos estando tíos solos.
Esta noche hay una fiesta en el bar de la entrada de los pantalánes. Yo iré un poco mas tarde pues tengo que terminar de poner al día este blog que me está dando mucho mas trabajo del que pensaba.
Hoy no he hablado con mi Carlitos. No importa, ya que mañana salimos y pasado podré verlo. Bueno no sé si lo veré pasado mañana o el Viernes. Dependerá de la hora a la que llegue a Sevilla.Hoy no escribo mas ya que quiero estar un rato en la fiesta y antes tengo de ducharme. “No vaya a ser que tenga que ir al medico”
Anoche también tuve que bajar a dormir al camarote debido al fuerte viento. Tuve mas suerte con Emilio que solo roncó durante una media hora. O sea que he dormido bien, y hubiera seguido haciéndolo si Emilio no hubiera tenido planificada una excursión a un sitio donde parece ser que venden esmeraldas de Colombia. Yo no quería ir, pero se necesitaban 6 personas mínimo para que la excursión se realizara y faltaba uno. Así es que a regañadientes he ido.
Bueno, al final solo fuimos Emilio, Pepe y yo. No estuvo muy mal ; nos recogieron en un minibús con A.C. y una guía muy mona.
Primero nos llevaron a una colina junto al aeropuerto donde está el faro de la isla y desde el que se puede ver la bahía. Las vistas son estupendas, y esto solo ha merecido el viaje. Después nos llevan a un cetro comercial muy bien construido, donde están los joyeros junto a otras tiendas. Desgraciadamente, las esmeraldas que buscaba Emilio no las había ya que él quería la piedra sola, allí todo estaba montado en joyas acabadas. Al final compramos unas bebidas para reponer lo consumido en la última fiesta y Pepe, que tiene ganas de agradar a su Anita, se ha estirado y ha comprado un colgante y unos pendientes.
Al regresar, invitamos a nuestra guía a tomar algo en nuestro barco, pero nada mas pudo estar unos minutos, ya que su jefe la llamó por teléfono, reclamando su presencia. O sea, que seguimos estando tíos solos.
Esta noche hay una fiesta en el bar de la entrada de los pantalánes. Yo iré un poco mas tarde pues tengo que terminar de poner al día este blog que me está dando mucho mas trabajo del que pensaba.
Hoy no he hablado con mi Carlitos. No importa, ya que mañana salimos y pasado podré verlo. Bueno no sé si lo veré pasado mañana o el Viernes. Dependerá de la hora a la que llegue a Sevilla.Hoy no escribo mas ya que quiero estar un rato en la fiesta y antes tengo de ducharme. “No vaya a ser que tenga que ir al medico”
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