10-12 Sta Lucía 2º Día
Hoy me vuelve a despertar Emilio a las siete y media con una urgencia de las suyas ; las fotos que hice al enrollador roto, necesita mandarlas al proveedor vía Internet. Después de pasar las fotos a su ordenador y haber hecho otras, desayunamos en el barco y rápidamente al bar a por la conexión WIFI.
Hoy me vuelve a despertar Emilio a las siete y media con una urgencia de las suyas ; las fotos que hice al enrollador roto, necesita mandarlas al proveedor vía Internet. Después de pasar las fotos a su ordenador y haber hecho otras, desayunamos en el barco y rápidamente al bar a por la conexión WIFI.
Allí estaba ya Emilio y mi pelea con la informática sigue sin resolver mis problemas ; no consigo abrir el Skype, y no resuelvo lo de subir las fotos en el Blog. Total, que después de hablar con mi nieto por el móvil, me quedo sin batería en el ordenador, y me marcho sin llegar a tomarme una Coca cola que pedí cuado llegué.
En cuanto vuelvo al barco me voy directamente al camarote para ver si puedo dormir un rato ya que estoy físicamente muy cansado y moralmente, algo abatido.
Pepe llamando a la mesa me saca de mi sueño, que ha durado mas de dos horas, y estoy seguro, si no me despiertan, lo hubiera prolongado un par de horas mas.
Después de comer unas lentejas seguidas de fiambres, me tumbo un rato en la bañera (la de la popa del barco, otra no hay), y me fumo un puro, con la intención de pegarme una siesta, nada mas lo haya consumido. Mi conciencia no me deja dormirme, pues sé que tengo varios días de retraso en mi diario. Así es que me levanto y me pongo delante del ordenador en el que llevo ya casi tres horas.
Son las seis de la tarde y me duele la espalda de tanto teclear. No sé si esta tarea que me he propuesto llevar a cabo durante esta vuelta al mundo va a ser demasiado dura, y tengo dudas sobre si seré capaz de mantener el tipo.
Ahora voy a descansar un poco y prepararme para ir a una cena en la que estamos invitados en el Viña Mein, el otro barco Español. Mañana intentaré contaros como ha sido.
En cuanto vuelvo al barco me voy directamente al camarote para ver si puedo dormir un rato ya que estoy físicamente muy cansado y moralmente, algo abatido.
Pepe llamando a la mesa me saca de mi sueño, que ha durado mas de dos horas, y estoy seguro, si no me despiertan, lo hubiera prolongado un par de horas mas.
Después de comer unas lentejas seguidas de fiambres, me tumbo un rato en la bañera (la de la popa del barco, otra no hay), y me fumo un puro, con la intención de pegarme una siesta, nada mas lo haya consumido. Mi conciencia no me deja dormirme, pues sé que tengo varios días de retraso en mi diario. Así es que me levanto y me pongo delante del ordenador en el que llevo ya casi tres horas.
Son las seis de la tarde y me duele la espalda de tanto teclear. No sé si esta tarea que me he propuesto llevar a cabo durante esta vuelta al mundo va a ser demasiado dura, y tengo dudas sobre si seré capaz de mantener el tipo.
Ahora voy a descansar un poco y prepararme para ir a una cena en la que estamos invitados en el Viña Mein, el otro barco Español. Mañana intentaré contaros como ha sido.
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